La higiene facial (o limpieza de cutis) favorece la regeneración del tejido y libera la piel de impurezas. Es aconsejable someterse al tratamiento coincidiendo con los cambios de estación para preparar el rostro –una de las zonas del cuerpo más expuestas– y afrontar los cambios de tiempo en perfectas condiciones y con un nivel de hidratación óptimo.
Cabe recordar que la higiene facial es necesaria tanto para mujeres como hombres.
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